Gustavo

Testimonio Gustavo E. Pescador Jiménez

Presentación

Mi nombre es Gustavo E. Pescador Jiménez y soy de la ciudad de México. Empecé mi Maestría en matemáticas aplicadas en septiembre de 2013 y actualmente estoy terminando el primer año. He tenido diferentes experiencias pero contarles todas ellas me tomaría mucho tiempo, así que seré breve y trataré de mencionar las que yo creo más importantes para los futuros estudiantes de la Universidad de Twente. Seguramente todos ya se imaginan esto, pero el primer semestre suele ser el más difícil y en mi caso no fue la excepción, no sólo por el idioma sino también por la cultura y el sistema de educación. Por lo que he visto, mi programa es distinto a los otros, supongo que eso también influyó. Tuve la suerte de que un amigo de mi universidad ya estaba estudiando aquí, así que eso me ayudó bastante. Pero no sólo eso, sino también el “Kick-in” que organiza la universidad para todos los estudiantes nuevos antes de empezar las clases. En mi opinión, ese evento fue algo increíble ya que conoces a gente de todo el mundo, incluidos aquéllos que son y serán tus amigos y se convertirán en tu familia, con quienes compartirás cenas, grupos de estudios y viajes. El trato con los profesores siempre ha sido muy bueno y a pesar de que tengas que hacer cita para todo, siempre se toman el tiempo para resolver tus dudas sobre tareas, exámenes y/o trabajos. Una cosa que me impresiona mucho es que no importa adonde vayas, todo el mundo, o al menos la mayoría, habla inglés. Así que aprender holandés no es necesario, aunque en mi opinión sería bueno sólo por cortesía.

Por qué estudiar en Holanda

Decidí estudiar en Holanda por diferentes razones, una es que ya tenía en mente realizar mi posgrado fuera de mi país. Otra razón es que, viendo los diferentes programas, los que más me llamaron la atención fueron los programas de Holanda. Apliqué a cinco universidades diferentes y por suerte todas me aceptaron. La Universidad de Twente es la única con campus propio y supuse que sería mejor vivir allí ya que es donde más estudiantes internacionales puedes encontrar y prácticamente no tienes que salir del campus y, cuando lo haces, llegar al centro en bicicleta te toma apenas unos 15-20 minutos. Otra parte fascinante de la universidad y del país es que los holandeses siempre hacen alguna actividad extra curricular. Su vida no sólo es el trabajo o la escuela y en el campus puedes encontrar prácticamente todo tipo de deportes. Las instalaciones son muy buenas y para los estudiantes no es nada caro pertenecer a alguna asociación y practicar el deporte que más les guste. La ciudad, a pesar de ser muy chica comparándola con la Ciudad de México (en realidad muchas ciudades son chicas si las comparamos con la Ciudad de México), es una ciudad de estudiantes y es muy tranquila. La universidad está a lado del bosque, algo que es muy padre, al menos para mí.

Por todas estas razones, yo recomendaría esta universidad, pero también porque es una muy buena universidad que está creciendo, a tal punto que ya empieza a sonar internacionalmente e incluso se ha convertido en una de las mejores universidades de Holanda.